Katy Perry y Orlando Bloom ponen fin a su compromiso seis años después de una propuesta de ensueño

Tras seis años de compromiso y numerosos rumores de crisis, Katy Perry y Orlando Bloom han puesto fin a su relación sin haber llegado al altar. A pesar del compromiso romántico en 2019 —que incluyó un paseo en helicóptero y la presencia sorpresa de amigos y familiares— la pareja no logró concretar sus planes de boda. Según fuentes cercanas, la ruptura se habría dado de forma amistosa, aunque fue descrita como un proceso “largo y esperado”.
La pandemia de COVID-19 fue uno de los primeros factores que obligó a la pareja a posponer sus planes matrimoniales. Posteriormente, las exigencias laborales de Perry, su salida de American Idol y el nacimiento de su hija Daisy en 2020 contribuyeron a que el matrimonio quedara relegado. En medio de estos desafíos, su relación comenzó a deteriorarse. “Las posibilidades de una ruptura eran más altas que las de una boda”, afirmó un informante cercano al círculo de la cantante.
En las últimas semanas, Perry ha sido vista sin su anillo de compromiso, alimentando aún más las especulaciones. Durante un concierto en Australia, la artista incluso hizo una alusión directa al desamor al interpretar su canción I’m Still Breathing, señalando que una galleta de chocolate “le salvó” durante un momento de ruptura. Mientras tanto, Bloom ha viajado solo a Italia para asistir a la boda de Jeff Bezos y Lauren Sánchez, donde, según reportes, planea presentarse como “hombre soltero”.
La separación pone fin a una historia que comenzó en 2016 con un flechazo en una fiesta de los Globos de Oro. Aunque la pareja compartió momentos significativos, incluida la crianza de su hija, las diferencias y los tiempos personales impidieron concretar el compromiso. Para Perry, quien ya vivió un divorcio con Russell Brand, evitar una segunda experiencia similar ha sido, según allegados, un alivio emocional.