Grettell Valdez vive emotiva despedida antes de que su hijo Santino viaje a Londres

Entre festejos anticipados y preparativos para un gran cambio, la actriz mexicana está escribiendo una de esas páginas que marcan la vida familiar.

Santino Borghetti Valdez, el hijo de 16 años que Grettell tuvo con Patricio Borghetti, está a punto de cruzar el charco hacia una nueva etapa. Pero antes de que el calendario marque su cumpleaños número 17 el próximo 25 de julio, su madre quiso crear memorias imborrables.

"Desayuno precumpleaños para Santino. Tenemos chef en casa, no saben lo que desayunamos entre la familia, entre amigos...", compartió Valdez en un video que rápidamente se llenó de reacciones. El escenario: una terraza con vista al mar en Los Cabos, decorada con globos y un letrero que anunciaba la celebración.

Detrás de esta escapada veraniega hay más que simples vacaciones:

• Es la despedida previa a que Santino emprenda su viaje académico a Londres
• Un intento de Graciela (nombre real de la actriz) por llenar el álbum familiar de momentos especiales
• La transición de ver a su hijo como adolescente a prepararse para su vida como adulto

Las redes sociales de Grettell han sido testigo de esta montaña rusa emocional. Hace unas semanas, confesó entre lágrimas: "Tú y yo, les cuento que hoy tengo el corazón apachurrado, no dejo de llorar". Pero no son lágrimas de tristeza pura, sino esa mezcla compleja que solo los padres comprenden cuando ven a sus hijos tomar vuelo.

Por su parte, Santino ha mostrado una madurez que sorprende. En entrevista con Despierta América, el joven admitió: "Lo único que me da cosa es dejar a mi mamá, dejar a mi papá, dejar mi casa". Sin embargo, su entusiasmo por estudiar en el extranjero demuestra que la semilla de independencia ya está dando frutos.

Mientras Grettell sigue compartiendo fragmentos de estos días - desde paseos en yate hasta cenas familiares - queda claro que no se trata solo de celebrar un año más de vida. Es el ritual de paso de una madre que, entre globos de cumpleaños y maletas por hacer, está aprendiendo a soltar amarras con estilo y mucho, mucho amor.

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