Meghan Markle y el conflicto que inició la ruptura con la monarquía británica

Según revelaciones exclusivas del escritor Tom Quinn en su libro "Yes Ma'am", Meghan Markle no ocultó su descontento con Nottingham Cottage, la residencia asignada a la pareja en 2018. La actriz estadounidense consideraba que las dimensiones de la vivienda —apenas dos habitaciones— eran inaceptables para su nuevo estatus real, especialmente al compararla con el lujoso Apartamento 1A que ocupaban los duques de Cambridge.
Pero el tamaño no era el único problema. Fuentes cercanas a la familia real detallan que Markle interpretó esta asignación como "una señal clara de que Harry siempre sería tratado como secundario frente a William". El malestar creció cuando, según Quinn, la duquesa comenzó a enviar correos electrónicos a personal palaciego desde las 5:00 am exigiendo cambios en la decoración y servicios.