Según fuentes cercanas a la negociación, la plataforma ahora tendrá "derecho de primera opción, pero sin obligación de financiar cada proyecto" que presente la pareja.
El nuevo acuerdo, confirmado por representantes de Archewell Productions, incluye:
- Una segunda temporada del programa "With Love, Meghan", que se estrenará este mes.
- Un especial navideño con la duquesa como anfitriona.
- Un documental sobre niños huérfanos en Uganda.
- La adaptación de la novela romántica "Meet Me At The Lake".
Pero hay un detalle que no pasó desapercibido:
el contrato renovado tiene un valor significativamente menor al acuerdo inicial de 100 millones de dólares.
"Netflix ya no les da cheques en blanco", reveló un insider al Daily Mail. La plataforma, que atraviesa reajustes presupuestales, parece haber optado por una relación más cautelosa con los Sussex.
La declaración oficial de Meghan mantuvo el tono optimista: "Nos sentimos inspirados por nuestros socios en Netflix para crear contenido reflexivo que resuene globalmente". Sin embargo, los números cuentan otra historia. Sus proyectos posteriores al documental "Harry & Meghan" —que sigue siendo el estreno documental más visto en la plataforma— no lograron replicar el mismo éxito:
- "Live to Lead" (2022) pasó sin pena ni gloria.
- "Heart of Invictus" (2023) tuvo audiencias modestas.
- La serie "With Love, Meghan" ni siquiera entró al top 300 de Netflix en su primer semestre.
Bela Bajaria, directora de contenido de
Netflix, elogió públicamente a la pareja:
"Son voces influyentes cuyas historias conectan con audiencias en todo el mundo". Pero detrás de bambalinas, las restricciones del nuevo contrato sugieren que la plataforma está midiendo riesgos. La era de los megacontratos para celebridades parece estar dando paso a acuerdos más estratégicos —y menos generosos— en la industria del streaming.
Mientras tanto, los Sussex siguen ampliando su portafolio creativo. Además de los proyectos con Netflix, su marca As ever —impulsada durante el programa de Meghan— reporta ventas récord. Pero queda claro que en Hollywood, el peso del apellido real no basta para garantizar ratings.
Facebook
Whatsapp
Linkedin
Pinterest