Alejandro Sanz electriza el Auditorio Nacional con show lleno de sorpresas

Para las 20:30, el escenario estaba listo, el público en sus asientos y el ambiente cargado de esa emoción que solo un artista como Alejandro Sanz puede generar.
El español arrancó el show con "Desde cuándo", un tema icónico de su álbum Paraíso Express, y desde ese momento quedó claro que no sería un concierto cualquiera. Las butacas se vaciaron en segundos, mientras el público coreaba cada verso con una intensidad que hizo temblar las paredes del recinto.
El setlist, cuidadosamente diseñado, incluyó:
Entre el repertorio, hubo un gesto que no pasó desapercibido: Sanz ondeó una bandera mexicana durante "Por bandera", para luego regalarla a los asistentes. Un detalle que reforzó el vínculo especial que tiene con su público en este país.
En primera fila, Candela Márquez, su pareja desde hace más de un año, seguía cada movimiento con una sonrisa discreta pero evidentemente emocionada. Las cámaras la captaron en varios momentos clave, especialmente cuando Sanz dedicó miradas cómplices durante "Mi marciana", canción que según los conocedores, hace referencia a su relación.
Lo que comenzó como un concierto más en la gira, terminó convirtiéndose en una experiencia íntima a pesar de las dimensiones del recinto. Sanz se acercó constantemente al borde del escenario, tomándose fotos, recibiendo abrazos y dejando claro que, después de décadas en la industria, sigue disfrutando cada segundo frente a su público.
Con este primer show de seis programados en la CDMX, el artista demostró por qué sigue siendo un referente indiscutible de la música en español. El sold out en todas las fechas no fue casualidad: cuando el talento se combina con autenticidad, el resultado es simplemente imparable.