Las Olsen reaparecen con estilo discreto en la Semana de la Moda de NY

No llevaban vestidos extravagantes ni looks llamativos, sino elegancia discreta: ella con un suéter despreocupado sobre un top gris; ella, envuelta en un abrigo negro y bufanda voluminosa. "Parecen haberse convertido en el epítome de lo que The Row representa: lujo silencioso", comentó un asistente bajo condición de anonimato.
Lo que siguió fue un viaje nostálgico para quienes crecieron viéndolas en Full House, pero también un recordatorio de cómo reinventaron su legado. Las gemelas, ahora de 39 años, pasaron de ser las actrices infantiles más famosas de los 90 a magnates de la moda con una marca valuada en mil millones de dólares. Detrás de ese éxito hay una historia de reinvención radical:
En lo personal, sus caminos divergieron. Ashley sorprendió al convertirse en madre en 2023 —ocultando su embarazo incluso a amigos cercanos—, mientras Mary-Kate enfrentó un divorcio controvertido del financiero Olivier Sarkozy durante la pandemia. "Era una batalla por prioridades, no por propiedades", reveló una fuente cercana. Aún así, ambas comparten algo: eligen vivir lejos del escrutinio que las persiguió desde niñas.
Mientras posaban con Sara Moonves, editora de W, en esa fiesta de Manhattan, su actitud lo decía todo: son dueñas de su narrativa. Ya no son Michelle Tanner, ni las estrellas adolescentes de New York Minute. Son empresarias que construyeron un imperio desde las sombras, demostrando que el verdadero lujo, a veces, consiste en poder desaparecer.