Rod Stewart electriza el Palacio de los Deportes con clásicos renovados

Fue hasta que las primeras notas de "Maggie May" resonaron que la multitud —compuesta en su mayoría por cabellos plateados y playeras desgastadas de tours pasados— estalló en un grito colectivo. Sir Rod Stewart, con sus 78 años y un traje dorado que desafía cualquier ley de la gravedad, demostró por qué sigue siendo una fuerza imparable en el escenario.
El anuncio previo sobre la altitud de la Ciudad de México —un guiño cómplice a su edad y a las condiciones geográficas— se convirtió en parte del show. "Si me ven jadear, no es el smog, es la pasión, caballeros", bromeó entre canciones, recibiendo ovaciones.
Entre los asistentes, circulaban rumores de que este podría ser su último tour en Latinoamérica, aunque nadie en el recinto parecía dispuesto a creerlo. Las luces se apagaron con "Sailing", pero el eco de las voces del público siguió flotando en el aire como un pacto tácito: el rock no tiene fecha de caducidad.