Kate Cassidy revive el dolor de la muerte de Liam Payne en aniversario

"Me quedé paralizada. No quería salir de la cama, ni ver a nadie", confesó la joven de 26 años durante un evento benéfico para la Alianza Nacional de Enfermedades Mentales (NAMI). Los primeros meses fueron un remolino de dolor: noches en vela, lágrimas silenciosas y una pregunta sin respuesta: ¿cómo seguir adelante?

El parte médico reveló lo que muchos temían: Payne, bajo los efectos de sustancias estupefacientes, perdió el equilibrio al intentar escapar de su habitación en el hotel CasaSur Palermo. Una caída desde el tercer piso segó la vida del exintegrante de One Direction a los 31 años. Dos de las cinco personas inicialmente acusadas aún enfrentan cargos.

• Rutina como salvavidas: A las 6:30 AM, el despertador suena sin piedad. Clases de yoga, caminatas por Central Park y una dieta estricta se convirtieron en su armadura contra la tristeza.
• El vacío legal: Mientras los tribunales argentinos dilucidan responsabilidades, Cassidy evita hablar sobre el proceso. "Prefiero recordar el amor, no el dolor", compartió con Page Six.
• El legado: En su teléfono guarda videos de Payne cantando canciones inéditas. "Era como un fuego artificial humano", describió con una sonrisa nostálgica.

Entre las velas y los ramos de flores del evento benéfico -donde también estuvieron Jane Fonda y Mark Ruffalo-, Cassidy dejó escapar un detalle revelador: ambos habían elegido nombres para sus futuros hijos. "Él quería uno que significara 'valiente' en galés", murmuró mientras ajustaba el brazalete negro que nunca se quita.

Ahora, cuando se acerca el primer aniversario de la muerte de Payne, su mirada tiene algo nuevo: no es felicidad, pero tampoco es oscuridad. Es la luz tenue de quien aprendió a respirar entre las ruinas.

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