Fort Meade, Md
La fiscalía indicó que cuando llegó a la prisión se leía que sí había tenido pensamientos suicidas.
El soldado Bradley Manning, acusado de la mayor filtración de documentos de la historia de Estados Unidos, aseguró que nunca tuvo intención de suicidarse en la prisión de Quantico y que lo que deseaba era salir del aislamiento al que se le sometió allí en prevención de un suicidio.
“No soy un suicida, no trataba de hacerme daño a mí mismo”, dijo Manning en su primer cara a cara con la fiscalía durante una audiencia previa al juicio que se celebrará el próximo 4 de febrero en la base de Fort Meade (Maryland).
“Quería salir, de verdad, de ese estatus”, aseguró Manning, que durante los nueve meses que pasó en Quantico (Virginia) estuvo sometido a un régimen de máxima seguridad y prevención del suicidio que incluía estar 23 horas encerrado y medidas como dormir desnudo.
La fiscalía indicó que en los documentos que rellenó Manning cuando llegó a Quantico desde Kuwait, donde estuvo brevemente en prisión tras su arresto en mayo de 2010 en Irak, respondió que sí había tenido pensamientos suicidas.
Según los documentos, Manning respondió: “siempre planeándolo, pero nunca actuando”.
Esto es algo que aseguro hoy no recordar con claridad haber dicho, pero que consideró una respuesta “más intelectual” que real, según afirmó con la misma elocuencia que en la jornada anterior.
En su testimonio anterior Manning describió la situación de “estrés” que sufrió tras los primeros días de detención que definió como “difusos” en los que se sintió “perdido” y “desmoronado”, aunque aseguró que tras volver a suelo estadounidense se sintió “aliviado” y nunca hizo nada para hacerse daño a sí mismo.
Su abogado civil, David Coombs, quien llamó a testificar por primera vez a su cliente el jueves, trata de demostrar que Manning fue injustamente tratado en Quantico y mantenido en esas condiciones pese a que varios psiquiatras que le trataron consideraron que no eran necesarias.