México, DF
El DF registró el sábado protestas violentas por la toma de protesta del nuevo presidente.
Las protestas del sábado contra el presidente Enrique Peña Nieto, que derivaron en enfrentamientos y daños en monumentos y comercios del centro de la Ciudad de México, representan una crisis a unos días de que termine la gestión de Marcelo Ebrard al frente del Gobierno del Distrito Federal (GDF), que concluye el próximo 5 de diciembre.
Las autoridades capitalinas reportaron que los disturbios causaron heridas a ocho personas: cuatro policías y cuatro civiles.
Por la tarde del sábado, en rueda de prensa, Ebrard reprobó los hechos y los describió como un acto de “barbarie” contra la capital. Agregó que la situación “nada tiene que ver” con la toma de protesta de Peña Nieto en el Congreso, sino que fue planeada “deliberadamente para destruir la Alameda (Central)”.
“Eso fue diseñado a una escala (...) que nada tenía que ver con los eventos el día de hoy. Fue planeado deliberadamente para eso: destruir, afectar... la Alameda, parque público que acabamos de reparar, y los mandaron a la Alameda, al Hemiciclo (a Juárez)...”, dijo el funcionario con molestia. La remodelación de la Alameda Central tuvo un costo de unos 240 millones de pesos (alrededor de 18.4 millones de dólares) y fue concluida recientemente.