México, DF
Asegura tuvo la obligación de cancelar la sesión en el Senado por falta de quórum.
Si los priístas consideran que su accionar al frente de la Mesa Directiva del Senado ha sido incongruente o facciosa, Ernesto Cordero dijo que “están en su derecho” de pedir su remoción en este cargo.
En conferencia de prensa, el también responsable de la bancada panista en la Cámara Alta, insistió que declaró cerrada la sesión porque, acorde con el artículo 59 del reglamento interno, sino hay quórum -64 más uno- tiene la obligación de dar por terminada la señalada sesión.
Sin embargo, cuando se le preguntó el por qué él mismo había ordenado que se asentara su voto en contra de la propuesta priista para que no se ratificara a los nuevos funcionarios de gobernación en los cambios a la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal, se limitó a decir que “ahí está mi voto y es válido”, aunque legalmente ya no era lícito, conforme a sus opositores.
En este punto, el líder del PRI en el Senado, Emilio Gamboa, afirmó que verificará puntualmente el número de senadores presentes (124 habría admitido originalmente Cordero) y en qué momento el presidente de la Mesa decidió cerrar la sesión. Para el efecto se contratará a un notario público.Insistió en que todo esto era parte de un atropello porque los panistas y perredistas “no saben perder”.
Acompañado de algunos integrantes de la Mesa Directiva, Cordero Arroyo también aceptó que acorde con el artículo 10 del señalado reglamento, los panistas presentes en el recinto debieron haber votado y por ende hacer quórum.