México, DF
Ofrece titular de la Procuraduría General de Justicia conferencia para dar resultados de la investigación.
El procurador general de la República, Jesús Murillo Karam explicó que la explosión en la Torre de Pemex fue producto del cúmulo de gas en el sótano del edifico B2.
“De acuerdo a las investigaciones, peritos determinaron que fue una explosión difusa, lenta horizontal y perfectamente definida; no existe en la zona afectada un cráter; las vigas de acero no se fracturaron; los cuerpos no presentan desmembramiento y sólo los cuerpos del sótano presentan quemaduras, ninguna víctima presenta lesiones en los oídos”, señaló Murillo Karam.
Detalló además, que en la estructura, no hay elementos que presenten señales de fuego, no hay ningún objeto quemado, “lo único quemado es el cuerpo de los tres trabajadores que se encontraban en el sótano que realizaban labores de mantenimiento. De haber sido un artefacto explosivo se hubiera destruido casi todo”.
“Fue una explosión difusa la cual se suscitó al acumularse un gas y hacer contacto con una fuente de calor; explotó provocando los hechos que se investigan y que provocaron la muerte de 37 personas”, insistió.
El titular de la PGR estuvo acompañado del secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong; director general de Pemex, Emilio Lozoya y el secretario de Energía, Pedro Joaquín Coldwell.
Pagan por funerales de empleados de Copicosa
En la zona de cimentación del edificio B2 de la Torre de Pemex se asignó a cuatro trabajadores para dar mantenimiento a los pilotes, desde principios de enero.
Tres empleados de Copicosa (Conservación Pilotes de Control SA), que laboraban justo un nivel abajo del sótano, estuvieron entre los últimos cuerpos en salir de los escombros por la dificultad de los rescatistas de llegar al sitio donde quedaron atrapados. El cuarto trabajador se salvó de morir, porque minutos antes, salió del inmueble a conseguir más estopa.
Desde el viernes, representantes de Pemex se pusieron en contacto con Guillermo Verano, gerente general de la firma y le dijeron que se encargarían de los gastos de las familias de las víctimas. Y en efecto, la paraestatal costeó los servicios funerarios de los tres trabajadores de Copicosa, que perdieron la vida: Enrique Bartolomé Hernández, quien fue velado en Valle de Chalco; Gregorio Vite Valderrama, a quien su familia enterrará en Cuautla, Morelos y Luis Ojeda Olguín.