Ciudad de México
Los ‘smarthpones’ como el Samsung Galaxy S IV podrían presionar a Apple para fabricar uno más grande.
Hace casi tres años Dell lanzó un teléfono llamado Streak, un teléfono Android con una pantalla de cinco pulgadas que fue comercializado más como una tableta con capacidades de teléfono.
Las críticas acabaron con el dispositivo por ser demasiado grande. Después de todo, la mayoría de los smartphones en esa época aún eran de 3.5 a cuatro pulgadas. Esa era la regla.
No vimos muchos más teléfonos móviles de Dell después de su fracaso con el Streak.
Ahora, de regreso al presente.
Samsung presentó el jueves pasado su nuevo teléfono insignia, el Galaxy S IV. También tiene una pantalla de cinco pulgadas, como el Dell Streak, Pero esta vez nadie se quejó. De hecho, la reacción fue algo opuesta. Los críticos alabaron la hermosa pantalla del Galaxy S IV, que es ligeramente más grande que la de su predecesor.
De repente, el iPhone, que alguna vez era el estándar para todos los demás smartphones, se ve insignificante al lado del nuevo teléfono de Samsung.
¿Cómo llegamos a eso?
En un esfuerzo para diferenciarse del dominante iPhone, los fabricantes que dependen de Android para ejecutar sus dispositivos móviles (Samsung, LG, HTC, Motorola y otros) comenzaron a avanzar hacia pantallas más y más grandes. Android aún estaba en su infancia, y no tenía la afabilidad, selección de aplicaciones y conjunto sólido de características que el iOS de Apple tenía.
Si un teléfono Android quería destacar, tenía que ofrecer lo que el iPhone no podía ofrecer en la parte del hardware. Eso significaba batería removible, almacenamiento expandible y pantallas más grandes.