En la segunda semana del juicio contra Genaro García Luna en Estados Unidos, la fiscalía presentó a Oscar Nava Valencia, El Lobo, exlíder del Cártel del Milenio, como su nuevo testigo contra el exsecretario de Seguridad, quien está acusado de cinco cargos, la mayoría de ellos por narcotráfico.
Durante la audiencia de este lunes 30 de enero de 2023, El Lobo aseguró ante el juez y el jurado que pagó sobornos a García Luna, uno de ellos por 10 millones de dólares para liberar un cargamento de droga que había sido retenido en Manzanillo, Colima.
Sin embargo, pese al pago, la Secretaría de Marina decomisó la cocaína que le pertenecía a él y a Arturo Beltrán Leyva, El Barbas, por lo que éste convocó a una reunión en Cuernavaca a la que citó a García Luna para explicar qué había sucedido y porqué les habían asegurado la droga, ya que sus distribuidores colombianos pedían 50 millones de dólares de indemnización.
El Lobo dijo que en la reunión el exsecretario de Seguridad les comentó que el cargamento de más de 20 toneladas de cocaína había asegurado debido a que la DEA lo había detectado desde Colombia y ésta dio aviso a la Marina.
De acuerdo con el testimonio de Nava Valencia, días después García Luna les proporcionó un documento en el que venía la información de la DEA sobre la
identificación del barco en el que era trasladada la droga, por lo que mandaron una copia a sus socios colombianos para corroborar la versión y con ello, según el exlíder del Cártel del Milenio, evitaron que se rompiera el trato y el pago de los 50 millones de dólares que exigían.
La reunión en Cuernavaca no fue la única en la que García Luna se reunió con narcos, de acuerdo con el testigo, ya que hubo otro encuentro en un autolavado llamado “Estetic Car Wash”, en Guadalajara, Jalisco, donde le entregaron una maleta con 2.5 millones de dólares para sellar la alianza con el exsecretario de Seguridad, él y Joaquín El Chapo Guzmán e Ismael El Mayo Zambada tras la ruptura en el cártel de Sinaloa.
Además, Nava Valencia reconoció que el secretario de Seguridad en el gobierno de Felipe Calderón era una pieza importante para asegurar el control del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, un punto importante de entrada de la cocaína que traían de Colombia, Venezuela y Ecuador.
Sergio Villarreal Barragán, El Grande, fue el primer gran testigo contra Genaro García Luna al revelar que el exfuncionario sí estaba en la nómina del cártel de Sinaloa al que se le pagaban sobornos millonarios por información sobre operativos e investigaciones, lo que hizo posible que el grupo creciera y minimizara a sus rivales.
El Grande ya había confirmado que García Luna sí se reunió en varias ocasiones con narcos mexicanos, uno de ellos con Arturo Beltrán Leyva, con quien incluso parecía tener una relación muy cercana ya que este le regaló una Harley Davidson edición especial.
Incluso reveló que el propio exsecretario de Seguridad fue levantando en una carretera de Morelos para ser llevado ante El Barbas ya que no le contestaba sus llamadas cuando hablaba con Luis Cárdenas Palomino, mano derecha de García Luna y enlace con el cártel y él.
En el juicio de García Luna también testificó Tirso Martínez Sánchez, El Futbolista, exnarco y quien era dueño de Los Gallos Blancos del Querétaro, de quien el juez desestimó parte de sus declaraciones al considerar que eran rumores y una “pérdida de tiempo”.
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