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Si bien la aplicación WhatsApp se lanzó en 2009, en primera instancia para iOS, y un año después para Android, y al final llegó para Windows, se popularizó masivamente desde el año 2012 aproximadamente, hasta la actualidad. En ese año, ante la llegada de esta nueva manera de comunciación masiva, alertó a los especialistas del comportamiento humano.
El peligro
El uso inapropiado del servicio de mensajería WhatsApp puede ser perjudicial, ya que puede generar adicción y dejar rastros complicados de controlar y eliminar, señaló Enrique Echeburúa, catedrático de Psicología de la Universidad del País Vasco.
Observaciones como “Jorge está en línea pero no ha respondido” o “Mercedes escribió a las cinco de la madrugada” pueden resultar comprometedoras. El constante chequeo de estas actualizaciones puede llevar a malentendidos y conflictos personales, especialmente si se utiliza la aplicación como una herramienta de control.
A pesar de los riesgos, WhatsApp también tiene ventajas: es una herramienta de comunicación gratuita y eficiente. Sin embargo, la escena típica de amigos o parejas con cerveza en una mano y el móvil en la otra refleja un problema mayor: el desinterés por el presente y la vida real.
¿Qué define a un adicto a WhatsApp?
Echeburúa describe a un adicto como alguien capaz de enviar 40 mensajes entre las diez de la noche y las dos de la madrugada. La adicción puede manifestarse en aquellos que utilizan la aplicación para monitorear a otros o quienes no pueden mantener una conversación sin revisar constantemente su móvil.
Los signos de una adicción a WhatsApp incluyen:
- Pérdida de control.
- Interferencia en la vida cotidiana.
- Consulta constante del móvil.
Para combatir la adicción, Echeburúa sugiere establecer límites de tiempo al usar la aplicación y ser consciente de cualquier problema psicológico subyacente que pueda exacerbar la dependencia.
Contrario a la creencia popular, no sólo los adolescentes son propensos a la adicción. Las personas maduras también pueden verse afectadas, especialmente si tienen inseguridades personales. El experto enfatiza la importancia de usar WhatsApp de manera responsable y consciente para evitar caer en la trampa de la dependencia.
Aunque no hay estadísticas definitivas sobre la adicción a WhatsApp, es crucial ser consciente de los riesgos y beneficios. Con un uso responsable, la herramienta puede ser valiosa y beneficiosa en la vida cotidiana. Sin embargo, un uso irresponsable puede llevar a problemas serios, incluida la adicción.
¿Cómo evitar la adicción a la tecnología?
- Establecimiento de Límites Temporales:
Dedica bloques específicos de tiempo durante el día para revisar y interactuar en las redes sociales, en lugar de hacerlo constantemente. Usar aplicaciones o características de control del tiempo de pantalla, disponibles en muchos dispositivos móviles, puede ayudarte a ser consciente de cuánto tiempo pasas en estas plataformas y a limitarlo si es necesario. - Conexión Offline:
Prioriza actividades que no involucren dispositivos electrónicos, como leer un libro, caminar, practicar un hobby o pasar tiempo de calidad con amigos y familiares cara a cara. Estas actividades no solo te desconectan de las redes, sino que también promueven tu bienestar general. - Desintoxicación Digital:
Considera hacer un “detox” digital de vez en cuando. Esto podría significar tomar un día a la semana, un fin de semana al mes o incluso una semana al año en la que te desconectas completamente o reduces significativamente tu uso de redes sociales. Estos descansos pueden ayudarte a reevaluar tu relación con estas plataformas y a reconectar con el mundo real.
Muchos estudios científicos han abordado el tema de la adicción a las redes sociales, aplicaciones de mensajería y la tecnología en general. Estos estudios a menudo analizan los patrones de uso, los efectos psicológicos, la interferencia con la vida diaria y otros aspectos relacionados.
Dependencia y Síntomas de Abstinencia: Algunos estudios han comparado la adicción a las redes sociales con otras formas de adicciones, identificando síntomas de abstinencia en personas que intentan reducir su uso.
Efectos en el Bienestar: Hay investigaciones que han encontrado que el uso excesivo de las redes sociales puede estar relacionado con síntomas de depresión, ansiedad y soledad.
Comparación Social: Las redes sociales ofrecen una plataforma para la comparación social constante, lo que puede llevar a sentimientos de envidia y disminución de la autoestima.
Aunque existen innumerables estudiosos del tema, tres de los más destacados son:
Dr. Mark Griffiths: Es profesor de Psicología de la Adicción en la Universidad de Nottingham Trent, Reino Unido. Ha realizado una amplia investigación sobre diversas adicciones, incluidas las adicciones a los videojuegos y a las redes sociales. Ha publicado numerosos artículos y capítulos de libros sobre estos temas y es ampliamente reconocido como uno de los principales expertos en adicciones conductuales.
Dres. Daria J. Kuss y Halley M. Pontes: También de la Universidad de Nottingham Trent, han colaborado con el Dr. Griffiths en varios estudios. La Dra. Kuss, en particular, ha investigado profundamente el uso y abuso de las redes sociales y los videojuegos. Sus trabajos suelen abordar aspectos relacionados con los patrones de uso, consecuencias psicosociales, y factores asociados al uso problemático de tecnologías digitales.
Centro para la Adicción a la Tecnología y Salud Mental (CAMH): Con sede en Canadá, es uno de los hospitales de investigación más grandes en salud mental en el mundo. Han llevado a cabo numerosos estudios sobre la adicción a Internet y a las redes sociales. Su investigación abarca desde estudios epidemiológicos hasta intervenciones clínicas para el tratamiento de adicciones tecnológicas.
Es importante mencionar que la investigación en este campo es amplia y diversa, y muchos otros investigadores y centros de investigación alrededor del mundo también han contribuido significativamente al entendimiento de la adicción a la tecnología y las redes sociales.