CDMX
Las startups de tecnología educativa, también conocidas como EdTech, tienen una fuerte oportunidad de crecimiento en América Latina, representan un mercado atractivo para los inversionistas y tienen el potencial de ayudar a formar a las nuevas generaciones.
“Veo una dosis saludable de startups EdTech en América Latina con relación al tamaño del mercado, creo que estamos en una etapa muy temprana”, consideró el socio general en Reach Capital, Esteban Sosnik.
Al platicar en el marco de IFE Conference 2024, explicó que lo anterior se debe a que el sector educativo en la región apenas está comenzando, pese a las medidas que se tuvieron que tomar en la crisis sanitaria, su transformación digital.
Muchos colegios ya adoptaron tecnología, pero para la parte operativa y un ejemplo es Cometa, una startup cuyo sistema de pago ayuda a administrar el flujo de caja del colegio, al mismo tiempo que da a los padres una modalidad de pago más eficiente.
Sosnik resaltó que, apenas en los últimos meses, se está observando el impacto de startups más enfocadas en la pedagogía y el currículo dentro del aula como es el caso de Innovamat, la cual ofrece un sistema para aprender matemáticas que combina la parte física y digital focalizándose más en las habilidades y pensamiento lógico que en la resolución de algoritmos.
A lo que se añade que muchas de estas startups también están analizando cómo utilizar la inteligencia artificial para mejorar sus productos.
Por su parte, Adam Freed, socio director de GSV Ventures, consideró que hay una gran oportunidad para este tipo de startups porque hay un interés de la gente en América Latina en mejorar su situación económica y aprender más.
“Hay muchas posibilidades y también hay universidades que están formando ingenieros y mucha gente para montar tecnologías”, añadió.
Ambos expertos coincidieron en que hay retos por delante, particularmente en América Latina como la infraestructura para aprovechar estas nuevas tecnologías o las brechas entre el sector público y el privado.
“En Estados Unidos, que es donde nosotros nos desempeñamos mayormente, nuestras soluciones van al sistema público donde las escuelas y los distritos suelen tener autonomía presupuestaria y de decisión. En América Latina, hay mucha menos autonomía y las decisiones son más centralizadas, se vuelven no sólo procesos más políticos y burocráticos, sino que también hacen que el emprendedor no pueda estar tan cerca del usuario final”, resaltó el socio general en Reach Capital.
Afortunadamente los profesores del sector público están tratando de cambiar esta situación adoptando y pagando por la tecnología, por ejemplo, para planificar sus clases. A lo que se añade que la gran mayoría de estudiantes tiene un teléfono inteligente que, aun sin datos, podría ayudarles conectado a Wi-Fi en la escuela a bajar contenido y compartir lecciones.
Oportunidades
Sosnik recordó que el sector EdTech tuvo un pico de inversiones en 2021 derivado de la crisis sanitaria de covid-19 y, actualmente se está regresando a cifras prepandemia.
Algunas consultoras estiman que la inversión global de capital de riesgo en EdTech se ubicó en 10 mil 600 millones de dólares en 2022, un 49% menos que en 2021 que fue el año atípico. Mientras que, en América Latina, la inversión fue de 150 millones de dólares durante 2022.
“Obviamente todavía esperamos más aceleración hacia final del año y el 2025 creo va a ser un año donde va a empezar a haber más actividad”, confió.
En particular porque Reach Capital está interesada en seguir invirtiendo en este sector en la región, actualmente ya apoya a empresas como Coderhouse que ayuda a profesionales en temas de reskilling y/o upskilling para habilidades digitales, a Innovamat, Cometa y Aprende Institute, entre otros.
Freed añadió que el éxito de las startups EdTech se puede medir en varias maneras, por ejemplo, convertirse en unicornio o, simplemente tener un impacto clave en el sector.
Por eso, recomendó a los emprendedores que buscan financiamiento hablar con los inversionistas sobre si están de acuerdo en lo que son las metas, que puede ser tener una gran valoración, tener una buena cartera de clientes o contar con rentabilidad, entre otras.