SAN JOSÉ
Insatisfechos con los miles de dólares que cobran en efectivo al mes en extorsiones a transportistas privados del servicio público urbano y rural de pasajeros de Guatemala, pandilleros y mareros guatemaltecos advirtieron ayer a sus víctimas que deben preparar una partida especial y pagar 12 mil 700 dólares a más tardar el 15 de diciembre como “bono navideño”.
La notificación del pago extraordinario para fin de año llegó acompañada con la vieja alerta de que el empresario que se niegue a cancelar el obsequio en temporada navideña, automáticamente quedará marcado y sus choferes corren peligro de ser asesinados y sus autobuses e instalaciones pueden sufrir atentados.
“Suena a veces como chistoso, pero es cierto: cada año les piden bono navideño. Eso es un hecho”, confirmó el abogado guatemalteco Elías Pumay, jefe de una “fuerza de tarea” del ministerio de Gobernación de Guatemala que combate las extorsiones a transportistas, consultado ayer por EL UNIVERSAL. “Cada año les piden bono navideño”, añadió, al explicar que así ha sucedido al menos desde 2008.
“Si se habla con los propietarios (de autobuses), todos van a decir lo mismo. Aunque en estos momentos algunos (transportistas) no van a pagar (el bono) porque ya no tienen extorsión” y se despojaron del cobro con ayuda de las autoridades, agregó.
“Pero por supuesto que hay un montón que sí (deberán pagar) y vamos a apoyarlos desde nuestra posición”, explicó el abogado.
El trabajo de chofer y ayudante en los más de 15 mil 500 autobuses de rutas urbanas y rurales es de alta peligrosidad en Guatemala.
El cobro de bono navideño fue revelado por la Asociación de Usuarios del Transporte Urbano y Extraurbano, al exponer en el diario Prensa Libre, el principal rotativo guatemalteco, el temor de una oleada de homicidios y atentados contra el gremio.
El presidente de la Asociación, Edgar Guerra, dejó entrever que el servicio podría quedar paralizado por la amenaza. Ejecutada principalmente por la Mara Salvatrucha y la M-18, así como por otros grupos ajenos a esas pandillas, la extorsión al transporte es una de las más graves dificultades de la crisis de inseguridad que vive Guatemala. Según datos oficiales, únicamente en 2012 han sido asesinados 49 choferes y 19 auxiliares de empresas que se negaron a pagar las cuantiosas exigencias pandilleras.
Un informe del Ministerio Público de Guatemala suministrado a este periódico reveló que de 136 choferes de distintos tipos de vehículos asesinados en ese país de 2009 a 2011, al menos 34 fueron pilotos de transporte público de pasajeros.
Un total de 613 denuncias por extorsión y obstrucción extorsiva a transportistas en los 22 departamentos guatemaltecos fueron recibidas de 2009 a octubre de 2012 por el Ministerio Público.
El legisla guatemalteco Pumay informó que aunque los montos de las extorsiones varían, el pago se hace con dos modalidades: ya sea mediante la entrega de una bolsa con dinero en algún sitio de contacto o con depósitos bancarios. En tanto, Guerra precisó que las cifras oscilan entre 19 y 50 dólares a la semana por autobús.