Rusia
El presidente del Consejo Europeo dijo que un ataque militar no resolvería la crisis.
Los principales funcionarios europeos advirtieron sobre una posible acción militar en Siria, colocándose más cerca de la postura del presidente ruso Vladimir Putin y alejándose de la de su par estadounidense Barack Obama en torno a cómo responder al ataque con armas químicas en la guerra civil siria.
Aunque describieron como “abominable” y un crimen de lesa humanidad el ataque perpetrado el 21 de agosto cerca de Damasco, en el cual murieron unas mil 400 personas, el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, dijo que un ataque militar no resolvería la crisis.
“No hay una solución militar para el conflicto sirio”, declaró Van Rompuy a periodistas en la previa de una cumbre del G20 que se realiza esta semana en San Petersburgo, donde se espera que la guerra civil que ya lleva dos años y medio en Siria acapare el debate junto al tema de la economía global
“Sólo una solución política puede poner fin a la terrible masacre, las graves violaciones de los derechos humanos y la destrucción de amplio alcance en Siria”, sostuvo Van Rompuy.
El funcionario europeo destacó la importancia de actuar con el aval de Naciones Unidas.
“En lo que respecta a los pedidos de acción, subrayamos al mismo tiempo la necesidad de seguir abordando la crisis siria a través del proceso de Naciones Unidas”, indicó.
Su posición, respaldada por el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Barroso, pareció colocar a la Unión Europea en conflicto con Estados Unidos, ya que Obama ha dicho que está preparado para iniciar ataques militares una vez que tenga la aprobación del Congreso, que votaría la semana próxima.
También sugiere divisiones internas en la UE. Francia, que junto a Gran Bretaña son los miembros más influyentes en política exterior de los 28 que integran el bloque, ha manifestado que apoyará cualquier acción militar tomada por Washington.
Por su parte, el primer ministro británico, David Cameron, también se mostró dispuesto a una intervención militar, aunque perdió una votación parlamentaria sobre el tema la semana pasada y el país no participará de la posible acción.
La postura asumida por Van Rompuy y Barroso pide efectivamente que la comunidad internacional trabaje por medio de la ONU para determinar la respuesta al presidente sirio Bashar al-Assad y su Gobierno.
En cambio, coincide con la línea adoptada por Putin, un firme aliado de Assad, quien ha condenado el apuro de Estados Unidos por tomar acciones y apuntó a las autoridades estadounidenses por los errores cometidos en las invasiones a Irak y Afganistán.
Putin también acusó a la OTAN de exceder los límites de un mandato de la ONU del 2011 con su intervención en Libia.
Van Rompuy dijo que no había razones para dudar de la credibilidad de las pruebas presentadas por Estados Unidos con respecto al uso de armas químicas por parte de las fuerzas de Assad.
No obstante, señaló que era esencial esperar hasta que expertos de la ONU concluyan su investigación sobre el ataque.
“Espero la información que el secretario general de la ONU va a compartir con nosotros hoy más tarde”, dijo.