Alemania.
Los primeros resultados indican que el partido de la canciller obtuvo más del 42 % de los votos.
La canciller alemana, Angela Merkel, conquistó su tercer mandato en las elecciones legislativas del domingo, según sondeos a pie de urna que le dan una amplia victoria.
En sus primeras declaraciones tras conocerse los datos electorales, Merkel, calificó hoy de “excelente” el resultado logrado por su partido cristianodemócrata en las elecciones generales y afirmó que su formación “actuará con responsabilidad” ante el “claro mandato” obtenido del electorado para gobernar cuatro años más.
Agradezco la confianza depositada. Mañana abordaremos en el partido la situación, con los resultados en la mano, pero hoy es ya momento de celebrarlo”, dijo la canciller, en alusión a lo que ocurrirá con sus socios, el Partido Liberal (FDP), que según las proyecciones de voto quedan sin escaños en el parlamento.
La Unión Cristianodemócrata y su hermanada Unión Socialcristiana de Baviera (CDU/CSU) consiguieron, según las proyecciones de voto al cierre de los colegios electorales, su mejor resultado en más de dos décadas, al conseguir más del 42 % de los sufragios.
Los aliados de Merkel, el Partido Liberal (FDP), no obtuvieron, de acuerdo a esas estimaciones, el 5 % de los votos, lo que les dejaría fuera del próximo Parlamento federal (Bundestag) e impediría por lo tanto a la canciller una reedición de la actual coalición de gobierno.
‘Mamá’ sin hijos
A sus 59 años, la canciller alemana -quien es considerada como “la mujer más poderosa del mundo” por la revista Forbes- ganó un tercer mandato con alrededor del 42 % de los votos, según esos sondeos.
Hija de un pastor protestante, casada dos veces y sin hijos, Merkel demostró, con esta rotunda victoria, que sigue siendo muy popular en su país.
Después de ocho años al timón de la primera economía de Europa, y tres liderando la búsqueda de una salida a la crisis en la eurozona, Merkel se muestra preparada a dirigir su país otra vez más, sin que su imagen haya dado muestras de sufrir el desgaste del poder y las embestidas de la crisis económica mundial.
Nacida y formada en la ex-RDA, la líder conservadora es llamada a veces “la canciller de hierro”, por su férrea defensa de las políticas de austeridad.
Merkel es una de las líderes más respetadas en el mundo, pero también una de las más criticadas. En el extranjero, su figura irrita, indigna.
Manifestantes coléricos han protestado responsabilizándola por los recortes de presupuesto.