Washington, DC.
La Cámara de aprobó un proyecto de ley de financiamiento provisional.
Luego de horas de debate y enfrentamientos, la Cámara de Representantes aprobó que se retrase un año la implementación de la principal apuesta política del mandatario: la ley de salud, conocida como Medicare.
Con 231 votos en favor y 192 en contra, la Cámara de Representantes aplaza el Medicare, rechazado por miles de estadunidenses.
La mayoría republicana de la Cámara baja adoptó un proyecto para financiar al Estado federal hasta el 15 de diciembre, retrasando un año la aplicación de la reforma del sistema de salud y suprimiendo una tasa sobre los equipos médicos creado por esa reforma.
El texto aprobado por los representantes modifica el que había votado el Senado, de mayoría demócrata, el viernes.
John Boehner, presidente de la Cámara, anunció que rechazaba el proyecto de ley de finanzas adoptado el viernes por el Senado, donde los demócratas cuentan con mayoría.
La Casa Blanca advirtió que podría vetar cualquier propuesta de presupuesto republicana, que socave la reforma sanitaria.
“Los republicanos de la Cámara (de Representantes) están empujando al gobierno a un cierre”, indicó la oficina encargada del presupuesto de Obama.
Enfrentados en una batalla cada vez más reñida con Obama, los representantes republicanos aprobaron retrasar un año la implementación de la ley de reforma de los servicios médicos promovida por el mandatario y eliminar completamente un impuesto a los dispositivos médicos, a cambio de evitar una paralización parcial de las operaciones del gobierno, que comenzaría el martes.
“Cualquier miembro del Partido Republicano que vote por este proyecto de ley está aprobando un cese de las operaciones del gobierno”, dijo el vocero Jay Carney previo a la votación.
Rechazaron un proyecto de ley aprobado el viernes que permitiría que el gobierno opere 45 días más sin que la ley de salud sufra cambios. En lugar de ello, los representantes republicanos prepararon su propia versión que regresará al Senado.
Los representantes republicanos siguieron adelante con su intento más reciente por sacar una concesión a la Casa.