Irak.
En lo que va de 2014, más de 400 personas han perdido la vida en enfrentamientos.
Al menos 13 personas murieron y unas 30 resultaron heridas hoy en dos atentados con coche bomba en Bagdad, mientras siguen los enfrentamientos entre las tropas y el Estado Islámico de Irak y el Levante (EIIL) en la provincia de Al Anbar.
Un primer carro bomba explotó en una estación de autobuses, cerca de un centro de reclutamiento del ejército iraquí, en el centro de Bagdad matando al menos a nueve personas e hiriendo a otras 16, informaron fuentes policiales citadas por la cadena Al Yazira.
La explosión, que tuvo como objetivo a reclutas del ejército, ocurrió en la estación, donde los jóvenes esperaban para volver a sus domicilios tras cumplir con las formalidades para ingresar en las fuerzas armadas, según la agencia iraquí de noticias Nina.
En esa misma zona y también contra reclutas, un hombre hizo estallar el jueves pasado un cinturón con explosivos que llevaba adosado al cuerpo, dejando un saldo de 23 muertos y 25 heridos.
Un segundo atentado con coche bomba fue perpetrado este domingo en la plaza de Aden, en el distrito de Kadhimiya -de mayoría chiíta-, en el norte de Bagdad, donde cuatro personas fallecieron y otras 14 resultaron heridas.
Hasta el momento ningún grupo se atribuyó la responsabilidad de ambos atentados, sin embargo la policía los asigna al Estado Islámico de Irak y el Levante, vinculado a Al Qaeda.
Las ciudades de Ramadi y Faluya, ambas en la provincia de Al-Anbar, oeste de Irak, han sido escenario en las últimas semanas de cruentos combates entre los integrantes del Estado Islámico de Irak y el Levante y las fuerzas de seguridad iraquíes y militantes anti-Al-Qaeda.
El primer ministro de Irak, Nuri al-Maliki juró el jueves pasado “arrancar de raíz” a Al Qaeda de la ciudad de Faluya, tras manifestar su confianza en la victoria, mientras su ejército se prepara para lanzar una “gran ofensiva” contra militantes sunitas.
Al-Maliki prometió reconquistar las ciudades de Faluya y Ramadi, ocupadas el mes pasado por combatientes del Estado Islámico de Irak y el Levante, también activos en Siria.
Irak sufre un rebrote de la violencia sectaria y de los atentados, que causaron en 2013 la muerte de ocho mil 868 personas.