París, Fra.
Autoridades de instituto católico investigan abuso contra niña dentro de un baño.
Una escuela católica privada situado en La Rochelle, en el oeste de Francia, comenzó a tomar muestras de ADN a 527 personas para investigar la violación de una de sus alumnas, de 16 años, el pasado 30 de septiembre en los baños del centro educativo.
La vasta operación, que durará hasta el próximo miércoles y se llevará a cabo en las propias instalaciones del liceo Fénélon-Notre Dame, en el que estudian mil 300 alumnos, ha sido calificada como “desproporcionada” por la Liga de Derechos Humanos.
Los investigadores extraerán el ADN de una muestra de saliva y cotejarán los resultados con restos genéticos que el agresor dejó sobre la ropa de la menor cuando la violó en los servicios del liceo, con las luces apagadas y sin que se le pudiera reconocer.
Los análisis, cuyo coste total ascenderá a 5 mil euros (unos 7 mil dólares), se realizarán en un laboratorio de Lyon (este), y sus resultados se conocerán dentro de un mes y posteriormente los que dieron negativo serán destruidos.
La fiscalía ha cotejado infructuosamente el ADN del presunto violador con los de los allegados de la niña y con el fichero nacional automatizado de huellas genéticas.
En el caso de los menores se ha necesitado un doble consentimiento, el suyo propio y el de sus padres, para que se sometan a la prueba genética, que llevarán a cabo policías vestidos de civil.
Los investigadores no podrán obligar a nadie a someterse a la prueba, pero avisan de que aquellos que se nieguen se convertirán en “sospechosos potenciales” a quienes se podría ordenar registrar o detener.
Critican procedimiento
El presidente de la Liga de Derechos Humanos, Pierre Tartakowsky, consideró que la medida es “desproporcionada, amenazante y traumatizante” porque “los que no tienen nada que reprocharse no pueden negarse”.
¿Por qué el rechazo se convertiría en una confesión de culpabilidad?”, se preguntó Tartakowsky.
Por su parte, la fiscal del caso, Isabelle Pagenelle, indicó hoy en rueda de prensa que “nadie se ha negado por ahora” a someterse a los exámenes, que se han desarrollado “sin dificultades, desde la calma y la serenidad”.
La representante del Ministerio Público defendió el procedimiento con el argumento de que hay “una probabilidad muy alta” de que el agresor “sea del interior” del centro.
Se trata de una iniciativa poco habitual, por con precedentes en Francia en 1997, 2003 y 2004, siempre en casos de violaciones y desapariciones de menores.