Morelia, Mich.
Ayer inició Sedena con el proceso de desarme de los grupos de autodefensa.
La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) reportó que hasta este lunes por la tarde se han contabilizado 490 armas registradas, como parte del inicio de proceso de disolución de las llamadas autodefensas en Michoacán.
Hasta las 14:00 horas local, se contabilizaron 265 armas registradas en Coalcomán, 165 en Parácuaro y 60 en San Juan Nuevo Parangaricutiro, informó la oficina del Comisionado para Michoacán, Alfredo Castillo.
Castillo se desplazó este lunes a Coalcomán, donde arrancó el proceso de registro de las armas de las autodefensas ante el Ejército.
Según el comisionado, a las autodefensas solo se les retirará las armas de muy alto poder, y se les permitirá que porten rifles de asalto, como los AK-47.
Durante el proceso de registro cada persona hará una prueba balística, por lo que deberá llevar al menos dos cartuchos útiles; cada arma será disparada y se realizará la prueba de ojiva.
Con ello, Sedena dará el permiso de posesión, más no de portación. La persona que registra el arma se hace responsable de la misma desde la fecha en que acuda a este proceso.
Castillo también informó que hasta este lunes solo 685 integrantes de las autodefensas han solicitado su ingreso a las fuerzas de defensa rural, un cuerpo que forma parte del Ejército y al que el gobierno quiere que se integren si desean seguir trabajando en asuntos de seguridad pública.
El comisionado ha pedido que las autodefensas se registren para evitar que otros grupos armados, vinculados con el crimen, operen de manera camuflada, como ocurrió este fin de semana en Lázaro Cárdenas, donde uno de dichos grupos se enfrentó con autodefensas, lo que dejó un saldo de cuatro muertos.
Las autodefensas surgieron el año pasado en Michoacán, luego de que ciudadanos se quejaran de la inactividad de las autoridades locales, ante las crecientes extorsiones y asesinatos a manos del crimen organizado.
En dicho estado, el gobierno federal lanzó en meses recientes un amplio operativo de seguridad que involucró el despliegue de miles de elementos del Ejército y la Policía Federal.
En ese estado fue donde el presidente Felipe Calderón (2006-2012) inició su estrategia de seguridad ante el incremento de la violencia por los enfrentamientos entre los cárteles de la droga.