Nairobi, Ken.
El atentado deja al menos dos muertos, aunque se espera un aumento en esa lamentable cifra.
Al menos dos personas murieron hoy y otras 62 resultaron heridas -20 de ellas en estado grave- en Nairobi al explotar dos autobuses en una concurrida autopista de la capital keniana, informan los servicios de emergencias kenianos en su cuenta de la red social Twitter.
Este nuevo incidente se produce después de que tres personas murieran ayer en la ciudad costera de Mombasa (sureste del país) en un doble ataque con granadas contra un autobús.
Las explosiones de hoy se han producido a la altura de dos hoteles, según la cuenta de Twitter del Ministerio del Interior del país africano.
Los heridos han sido trasladados a los hospitales Neema, Aga Khan y Kenyatta, todos ellos en la capital, informa la Cruz Roja de Kenia en esta red social.
La Policía ha cortado la circulación en la zona de las explosiones, a la que ya se han desplazado efectivos de los servicios de emergencia y de los cuerpos de seguridad del Estado.
También según la Cruz Roja, se habría producido otra explosión en un tercer autobús en otro punto de la autopista de Thika, en la que también han explotado las otras dos bombas.
Algunos medios de comunicación nacionales afirmaron que los artefactos explosivos, posiblemente granadas de gran alcance, podrían haber sido arrojados desde la carretera, mientras que otros afirman que las bombas podrían haber estallado dentro del mismo autobús.
Kenia, y especialmente Mombasa, han sido objeto de ataques desde que, en octubre de 2011, su Ejército entrara en Somalia debido a una oleada de secuestros en suelo keniano que atribuyó a la milicia islamista somalí Al Shabab.
Desde entonces, el país se encuentra bajo amenaza terrorista y ha sufrido numerosos atentados, entre ellos el asalto cometido el pasado septiembre por Al Shabab contra el centro comercial Westgate de Nairobi, que causó al menos 67 muertos.
Los ataques perpetrados en las últimas semanas en la capital keniana y en la turística ciudad de Mombasa han ocasionado más de una decena de muertos y fueron atribuidos a esta milicia radical.
Al Shabab, que en 2012 anunció su adhesión formal a la red terrorista Al Qaeda, controla amplias zonas del centro y el sur del Somalia, donde el frágil Gobierno somalí todavía no está en condiciones de imponer su autoridad.