Washington, DC.
Destruyen convoyes, unidades de artillería, morteros y vehículos del grupo extremista islámico.
Aviones estadounidenses continuaron ayer, por tercer día consecutivo, los bombardeos contra el Estado Islámico de Irak y el Levante (EIIL) en el norte de Irak, para proteger a la minoría yazidí, informó el Pentágono.
Desde que la campaña aérea comenzó el pasado viernes, el ejército estadounidense realizó una docena de ataques en los objetivos del Estado islámico, pero el de este domingo fue considerado el más fuerte.
De acuerdo con la fuente, aviones de combate estadounidenses y aviones no tripulados afectaron convoyes, unidades de artillería, morteros y vehículos blindados operados por el grupo extremista islámico.
Este domingo aviones de Estados Unidos anularon y destruyeron un vehículo blindado que disparaba contra las fuerzas kurdas situadas en las proximidades de Erbil.
Luego siguieron cuatro ataques más en los que se destruyeron tres vehículos blindados más y un mortero, según el informe del Comando Central de Estados Unidos, encargado de Oriente Medio.
Aviones estadounidenses continuaron ayer, por tercer día consecutivo, los bombardeos contra el Estado Islámico de Irak y el Levante en el norte de Irak
Todos los aviones salieron con éxito de la zona de bombardeos, señaló un comunicado del comando con sede en Tampa, Florida, en un comunicado.
Los ataques parecen ayudar a desafiar el poder del EIIL en torno al monte Sinjar, donde la minoría religiosa yazidí se encuentra atrapada durante días, y mitigado la ofensiva alrededor de Erbil, dijeron funcionarios estadunidenses.
Hasta ahora, el foco principal de los bombardeos son las fuerzas del Estado Islámico que cercan la capital kurda, donde los combatientes peshmerga de la región luchan para hacer retroceder la ofensiva extremista.
Aunque no está claro cuál es el impacto de los primeros días de la campaña aérea de Estados Unidos, los miembros del EIIL “están empezando a darse cuenta de que hay consecuencias para el uso de artillería pesada en Erbil”, dijo un funcionario del Departamento de Defensa estadounidense al diario The Wall Street Journal.
Los bombardeos son los primeros en realizarse en el norte del territorio iraquí y se presentan luego de que el presidente estadounidense Barack Obama manifestó la víspera en rueda de prensa que la operación militar duraría semanas o meses.
El mandatario advirtió a los estadounidenses que la nueva campaña “será un proyecto a largo plazo” y que las fuerzas de seguridad iraquíes deben reestructurarse a fin de que puedan lanzar ellos mismos una ofensiva.
Refirió que no cerrará la embajada estadounidense en Bagdad ni el consulado en Erbil y continuarán los esfuerzos humanitarios para lanzar desde el aire alimentos y agua a grupos de minorías religiosas aisladas en la montaña.