Australia.
El presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, dijo que la agresión de Rusia contra Ucrania era una amenaza para el mundo, mientras las naciones europeas amenazaron con más sanciones a Moscú si no detiene el flujo de armas y tropas.
Hablando en un aparte de la cumbre del G-20 celebrada en Brisbane, Australia, Obama situó como tema central del encuentro la seguridad y el cambio climático dejando de lado las conversaciones sobre el crecimiento económico global.
Obama afirmó que los Estados Unidos estaban a la vanguardia de “la oposición a la agresión Rusia contra Ucrania, que es una amenaza para el mundo, como vimos en el abominable derribo del MH17”.
El presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, también se refirió al asunto en duros términos, asegurando que Moscú debe detener los envíos de tropas y armas a los rebeldes ucranianos y presionarles para aceptar un alto el fuego, o exponerse a recibir más sanciones.
Los ministros de exteriores europeos se reunirán el lunes para tratar la crisis en Ucrania y avanzar en las sanciones adicionales que son necesarias contra Rusia, dijo.
“Rusia debe tener el flujo de armas y tropas desde su territorio a Ucrania, y debe retirar los que ya haya desplegado”, dijo en rueda de prensa Van Rompuy.
El presidente ruso, Valdimir Putin, también está presente en la cumbre y se da por hecho que recibirá fuertes presiones diplomáticas para cambiar la situación en Ucrania.
Los líderes pro-occidentales de Kiev y la OTAN han acusado a Rusia de enviar soldados y armas al este de Ucrania en apoyo a los rebeldes, que pueden lanzar en los próximos días una nueva ofensiva en un conflicto que se ha cobrado ya más de 4.000 vidas desde abril.
Rusia niega su participación en la reciente escalada de violencia y apoya oficialmente el acuerdo de alto el fuego alcanzado en Minsk en septiembre.
“No estamos involucrados”, dijo el asesor de política exterior del Kremlin Yuri Ushakov en una rueda de prensa en la cumbre del G20.