AUSTIN, TX.
El estado de Texas mantendrá a sus efectivos de la Guardia Nacional desplegados en la frontera con México al menos hasta el 31 de agosto de 2015, tras la aprobación de una partida de 86.1 millones de dólares destinada a tal efecto.
Texas ha demostrado que esta frontera puede ser segura, incluso si el Gobierno federal se niega a tomar las medidas necesarias como fija la Constitución”, dijo el gobernador texano, Rick Perry.
Ante la oleada migratoria de mediados de año y la presencia de organizaciones criminales en la zona, Perry desplegó a finales de agosto a un millar de efectivos de la Guardia Nacional en la frontera, en una misión que tenía que durar inicialmente tres meses.
La medida no fue bien recibida por el Gobierno de México, que en agosto rechazó el despliegue al considerarlo “injustificado” y por no contribuir “a la solución del fenómeno migratorio”.
De hecho, el propio presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, afirmó ese mes desde Los Ángeles, que “hay estados que no han evolucionado tanto como California y que todavía escatiman reconocimientos y derechos a los inmigrantes”.
La “Operación Seguridad Fuerte” -el nombre que recibió- levantó una gran polémica dentro del país, al considerarla sus detractores como una actuación propagandística de Perry para una potencial carrera hacia la Casa Blanca en 2016.