San Diego, CA.
La Patrulla Fronteriza exculpó a involucrados en 63 de 67 casos donde dispararon a personas.
La Patrulla Fronteriza absolvió agentes en 63 de 67 casos en que sus oficiales dispararon a migrantes y mataron a 19 personas, en su mayoría mexicanos, e incluso al lado mexicano de la frontera entre el 2010 y el 2012, tiene tres casos abiertos y únicamente uno al que podría sancionar levemente, de acuerdo con un reporte divulgado el lunes.
Es el resultado de investigaciones de la oficina de asuntos internos de la propia patrulla, al cumplirse un año en que el comisionado en Aduanas y Protección Fronteriza (CBP), Gil Kerlikowske, se comprometió a investigar esos casos.
Si esos son los casos en que los patrulleros causaron pérdidas de vidas, qué se puede esperar de los casos en que no hubo muertes pero sí hubo abuso de autoridad”, cuestionó el director del Consorcio de los Derechos de los Inmigrantes en San Diego, Pedro Ríos.
Dijo que hay muchas denuncias de abusos graves que involucran personas que quedaron lisiadas, con huesos rotos, quienes perdieron su patrimonio por actos de la patrulla.
El reporte se refiere a casos como los de Sergio Adrián Hernández Güereca, de 15 años de edad, quien presuntamente tiró una piedra desde Ciudad Juárez a un patrullero que le respondió con disparos al rostro.
También en de José Antonio Elena Rodríguez, de 17 años de Nogales Sonora, quien regresaba de jugar a su casa y sin motivo un patrullero le disparó diez veces, dos de ellas a la cabeza. El mes pasado el patrullero fue absuelto en una corte que determinó que no hay delito que perseguir porque el adolescente estaba en territorio mexicano.
Juan Pablo Pérez Santillán de 30 años de edad, estaba parado en la rivera del Río Bravo desde donde veía cruzar a un grupo de migrantes cuando un patrullero le disparó cinco veces con un rifle de alto poder. Cuando el hermano menor de Pérez Santillán pedía auxilio, el patrullero le gritó “que se muera el perro”.
Dos meses después de la muerte de Pérez Santillán, Guillermo Arévalo Pedraza, de 37 años, estaba en una fiesta en la rivera del mismo río fronterizo, cuando un patrullero le disparó sin razón y lo mató. El agente luego dijo que le había arrojado una piedra, desde unos 250 metros de distancia, y que disparó porque temió por su vida. Nadie vio que Arévalo lanzara una piedra.
Kerlikowske ordenó la averiguación a los 67 casos en que se acusó a patrulleros semanas después de que el año pasado el Foro nacional de Investigaciones Ejecutivas Policiacas publicó resultados de una averiguación que encontró patrones amañados de la patrulla para recurrir al uso excesivo de la fuerza.
Entre otros patrones el foro destacó que los patrulleros se colocaban y permanecían provocadores a corta distancia de la barda fronteriza y luego disparaban a personas en cualquiera de ambos lados de la frontera con la excusa, real o falsa, de haber sido apedreados.
Los patrulleros también acostumbran atravesarse sorpresivamente a vehículos en marcha a una distancia que ya es imposible que se detengan y disparan a los conductores, con la excusa de haber disparado porque fueron envestidos.
El comisionado también ordenó que se estableciera una política sobre el uso de la fuerza letal en la patrulla fronteriza y la oficina de CBP.
Pero un año después, avanzadas la averiguaciones, el resultado es que nuevamente nadie es sancionado, excepto por dos oficiales que recibieron regaños verbales.
Ríos, quien cuestionó al comisionado acerca de esa investigación, dijo que el comisionado “respondió que esos casos eran anteriores a la fecha en que se estableció la política de uso de la fuerza y por lo tanto no los incluía”.
Se supone que lo que rigió antes que esa política debió entonces aplicarse, pero lo que hicieron fue que hubo un borrón y cuenta nueva con el código que regía antes de esta nueva política, pero también borraron los casos de abuso ocurridos hasta entonces, mientras que los nuevos casos de abusos siguen sin atenderse”, dijo Ríos.