Washington, DC.
La precandidata condenó el “racismo institucional”, días después de un ataque a una iglesia.
Hillary Rodham Clinton reclamó una ley de control de armas guiada por el “sentido común” y condenó el “racismo institucional”, días después de un ataque a una iglesia histórica de Carolina del Sur que mató a nueve afroamericanos.
Clinton dijo que el Congreso debería aprobar una ley que impida el acceso a las armas de los delincuentes y los enfermos mentales “respetando a los propietarios de armas responsables”.
“La política sobre este tema está envenenada, pero no podemos ceder”, agregó.
En 2013, el Congreso rechazó un proyecto de ley que habría expandido las averiguaciones de antecedentes para la venta de armas de fuego.
Clinton también aludió a “la larga lucha racial” diciendo que la nación “no puede evadirse de esas verdades a gritos sobre la raza y la justicia”.
Clinton habló durante la Conferencia Nacional de Alcaldes en San Francisco, después de una visita a la costa oeste para recaudar fondos.
Poca persectiva
Tras la masacre de nueve personas en una iglesia de Carolina del Norte, las perspectivas de que el Congreso apruebe imponer límites a la posesión de armas siguen siendo las mismas que hace años: remotas por ahora, según legisladores y activistas de ambos lados de la polémica.
Al reconocer que una medida del Congreso era improbable por ahora, el presidente Barack Obama dijo que los legisladores ajustarán las restricciones federales a la posesión de armas cuando crean que la gente lo exija.
“No me resigno”, dijo Obama a la Conferencia de Alcaldes reunida en San Francisco el viernes. “Tengo fe de que con el tiempo haremos lo correcto”.
Otros dijeron que había escasos indicios de que la matanza de nueve feligreses negros —presuntamente por el pistolero blanco Dylann Storm Roof— impulsará al Congreso a tomar medidas, en vista de la historia reciente.
“Soy escéptico de que cambie la manera de pensar de gente que no se convenció con Newtown”, dijo el senador demócrata por Connecticut Chris Murphy, aludiendo al intento fallido del Senado por reforzar los controles de antecedentes a los compradores de armas tras la masacre de 26 niños y maestros en la escuela primaria Sandy Hook de Newtown, Connecticut, en 2012.
En todo caso, las probabilidades de una medida legislativa parecen menores que antes, dado que las dos cámaras están dominadas por el Partido Republicano, tradicionalmente menos proclive a limitar la posesión de armas. Cuando el Senado rechazó los controles de armamentos en 2013, después de Sandy Hook, los demócratas tenían la mayoría.
“No pudo conseguirlo después de Sandy Hook con el control demócrata” del Senado, dijo Erich Pratt, vocero de Gun Owners of America (Dueños de Armas de Estados Unidos), que defiende el derecho a portar armas. “No lo conseguirá con el control republicano”.