Francia.
Yasin Salhi ha comenzado a colaborar con los agentes tras intensos interrogatorios.
Yasin Salhi, el sospechoso del atentado del pasado viernes en el este de Francia, ha reconocido ante los investigadores haber decapitado a su jefe, según indicaron hoy fuentes próximas a la investigación.
El arrestado, de 35 años y que había sido vigilado por su cercanía con medios salafistas, ha comenzado a colaborar con los agentes tras dos días de intensos interrogatorios, indicaron las fuentes citadas por la televisión BFMTV.
Según la edición digital del diario Le Parisien, Salhi reconoció haber decapitado a su jefe en un aparcamiento tras haberlo matado.
Agentes franceses registran el aparcamiento en cuestión en busca de elementos.
El sospechoso se mostró menos claro a la hora de determinar los motivos de su acto.
Según Le Parisien, aseguró atravesar “dificultades personales ligadas a su trabajo y a su familia”.
BFMTV afirmó que Salhi confesó haber tenido una fuerte disputa con su esposa la víspera del atentado.
En las próximas horas está previsto que Salhi sea trasladado a París para proseguir su interrogatorio en los locales de la brigada antiterrorista, situados a las afueras de la capital.
Salhi fue reducido por un bombero cuando abría bombonas de acetona en una planta química en Saint-Quentin-Fallavier, a pocos kilómetros de Lyon, tercera ciudad del país.
Antes, había colgado de una verja la cabeza de su jefe en la empresa de paquetería en la que trabajaba y la había rodeado de pancartas con inscripciones musulmanas.