Un hombre asesinó a puñaladas a su hijo con discapacidad motriz, grabó un video pidiendo disculpas y luego se suicidó de un escopetazo. Murió en el hospital, tras varias horas de agonía. El crimen ocurrió en una vivienda en Argentina. El pequeño identificado como Zamir, de 8 años de edad, fue hallado con heridas de arma blanca.
Las primeras pericias suponen que falleció desangrado, tenía cortes profundos en el brazo y el cuerpo. Luego del ataque feroz, el padre se disparó con una escopeta, en un intento de quitarse la vida. En la investigación se corroboró que, previo al asesinato, el hombre le mandó un video a su exmujer y mamá del menor donde le 'pedía perdón' por lo que iba a hacer.
“Voy a hacer un video despidiéndome. Yo creo que esta es la mejor alternativa, porque [...] Zamir nunca va a lograr ser alguien normal”, dice el padre dentro de un auto, en la oscuridad de la noche. Y siguió: “Esto ya lo verán cuando nosotros no estemos más. Pido un millón de disculpas a todos los que les hice daño”.
Prosigue en su despedida: “No fue mi intención, pero bueno. Era joven. Soy joven todavía, pero ya no voy a existir más. Yo no quiero que nadie me llore, ni que nadie me lamente, ni nada. Solamente que se me entierre y nada más. Bajo tierra, si es posible. Quiero que se olviden de mí”.
Después, el padre intentó quitarse la vida disparándose en la cara con una escopeta, pero no lo logró de inmediato. La policía lo encontró en la calle en el interior de un Fiat Punto, gravemente herido pero con signos vitales y lo trasladaron de urgencia a un Hospital Central de la ciudad, donde murió horas más tarde.
Según publicaron los medios locales, el pequeño Zamir, había nacido prematuro y tenía dificultades motoras en las extremidades inferiores. Su familia había creado una página de Facebook donde iban mostrando su tratamiento y la ayuda que recibían para poder llevarlo adelante.