Una madre de cinco hijos de Texas, Estados Unidos fue sentenciada a 50 años de prisión por la muerte de la hija de cuatro años de su novio. Shawna Hooey, de 33 años estaba a cargo de sus cinco hijos y de la pequeña hija de su novio. Ese día, llevó a la niña, Jakyzia Alexander, al centro de emergencias donde dió múltiples versiones contradictorias sobre cómo ocurrieron sus lesiones.
El cuerpo de la menor llegó a la clínica ya sin signos vitales y presentaba un ojo morado y otras lesiones visibles. La autopsia reveló que murió a causa de un traumatismo contundente en la cabeza, que le provocó convulsiones y vómitos. Las versiones dadas por Hooey incluían que la niña había chocado contra una puerta y que se había arrojado contra un portarrollos de papel higiénico en el baño.
Sin embargo, el fiscal de distrito señaló que la niña mostraba signos de abuso repetido, tanto reciente como anterior. El padre de la niña, quien trabajaba en turnos nocturnos, tenía la custodia exclusiva de Jakyzia, pero había estado viviendo lejos de ella durante los dos meses previos a su muerte. Durante este tiempo, Hooey estuvo a cargo del cuidado de la pequeña.
Después de un juicio de nueve días, un jurado condenó a Hooey por asesinato y la sentenció a 50 años de prisión. El veredicto provocó una reacción emocional, con llantos dramáticos tanto de Hooey como de sus familiares. "Tu no eres la víctima, Shawna", expresó Vonda Harris, abuela de Jakyzia, en una declaración de impacto durante el juicio.