En una operación de la Comisión de Conservación de Pesca y Vida Silvestre de Florida (FWC), agentes incautaron una embarcación en la casa de Carlos Alonso en Coral Gables el 14 de mayo de 2024. La embarcación coincide con la descripción del bote que golpeó y mató a Ella Adler, una estudiante de 15 años de Ransom Everglades, frente a Key Biscayne. Alonso, de 78 años, afirma no haber sabido que había golpeado a alguien cuando dejó la escena.
Expertos en navegación explican que es posible no darse cuenta de haber golpeado algo, especialmente con una embarcación del tamaño de la Boston Whaler de Alonso, que mide 42 pies de eslora y tiene cuatro motores. Sin embargo, abogados especializados en derecho marítimo sostienen que esto no exime a Alonso de responsabilidad penal.
“Sigue siendo atropello con fuga,” declaró Ira Leesfield, abogado de Miami. “Decir que no lo sabía no elimina su obligación de haberse detenido. Es, como mínimo, abandonar el lugar de un accidente.”
Lauren Field Krasnoff, abogada defensora de Alonso, reiteró que su cliente no sabía que había golpeado a Adler y que, de haberlo sabido, no habría abandonado la escena. “No tiene conocimiento alguno de haber estado implicado en este accidente. Si golpeó a Ella, ciertamente no lo supo,” afirmó Krasnoff.
Testigos y expertos en navegación, como Larry Wren, capitán de un barco de pesca deportiva, indican que es plausible golpear algo en el agua sin saberlo. Sin embargo, Wren añadió que esto no exime a un operador de embarcación de su responsabilidad si abandona el lugar de un accidente que hiere o mata a alguien.
Stuart Grossman, abogado de lesiones personales, también enfatizó que el desconocimiento de Alonso no es una excusa válida en la investigación penal. “Tenía el deber y la responsabilidad de verla,” afirmó Grossman. “Decir que no la vio no niega su responsabilidad.”
Además, los abogados señalan que Alonso no contactó a las autoridades a pesar de que la FWC había publicado una descripción de la embarcación implicada. Esto plantea la pregunta de por qué no se presentó a la policía tras enterarse del accidente por los medios de comunicación.
El caso ha generado gran conmoción entre los residentes de la zona y los compañeros de clase de Ella Adler, quienes se reunieron para su funeral en el Templo Beth Sholom. La tragedia destaca la importancia de la responsabilidad y la prudencia al pilotar embarcaciones, especialmente en áreas concurridas como Key Biscayne.
La FWC continúa investigando tanto el posible abandono del lugar del accidente como la conducción negligente del barco. Judd Rosen, abogado de Miami, señaló que Alonso podría enfrentar cargos penales y civiles si se considera que sus acciones fueron imprudentes.
Por su parte, Lauren Field Krasnoff ha criticado los comentarios de otros abogados, subrayando que la responsabilidad penal requiere conocimiento e intención. “Sin conocimiento, no hay delito. Esto fue una tragedia absoluta. Pero eso no lo convierte en delito,” concluyó Krasnoff.
La comunidad sigue esperando respuestas mientras las autoridades trabajan para esclarecer los hechos y determinar las responsabilidades en esta trágica muerte.