En julio, la tasa de inflación anual se desaceleró al 2.9%, su nivel más bajo desde marzo de 2021, según el índice de precios al consumidor (IPC). Este aumento mensual del 0.2% situó la tasa anual en este nivel, mientras que el IPC subyacente, que excluye alimentos y energía, también creció un 0.2% mensual y un 3.2% anual, cumpliendo con las expectativas.
Los costos de vivienda, que subieron un 0.4%, fueron responsables del 90% del incremento general de la inflación. Los precios de los alimentos subieron un 0.2%, mientras que los precios de energía se mantuvieron estables. Algunas categorías alimenticias, como los huevos, tuvieron aumentos significativos, mientras que otros productos como cereales y productos lácteos vieron caídas.
El informe sugiere que la inflación está regresando al objetivo del 2% del banco central. Los funcionarios de la Reserva Federal han mostrado disposición para reducir las tasas de interés, con una probabilidad moderada de un recorte de un cuarto de punto en la próxima reunión de septiembre. A pesar de la moderación general de la inflación, algunas áreas siguen siendo problemáticas, como los costos de vivienda y los seguros de automóviles.