La mañana del lunes en Long Beach, California se tornó un tanto inusual, cuando los salvavidas, en su ronda matutina, descubrieron lo que parecía ser un cráneo humano a la orilla de la playa. El hallazgo, en el área de East Ocean Boulevard y Orizaba Avenue, inmediatamente activó la alarma, desatando una investigación policial y el cierre de una porción de la playa. La noticia se propagó rápidamente, llegando a los medios locales, quienes se trasladaron al lugar para cubrir el acontecimiento.
Mientras los oficiales y los forenses examinaban el supuesto cráneo, la incertidumbre y la expectación se apoderaban del ambiente. Pero inesperadamente, la investigación dio un vuelco radical. El cráneo, que había sembrado el pánico en la costa, resultó ser una réplica de plástico.
El cráneo parecía ser algo así como un objeto de utilería, a pesar de parecer completamente legítimo desde una gran distancia, mencionó un testigo de la situación
Tras este descubrimiento, la tensión se disipó y la sorpresa se transformó en una especie de alivio cómico. El incidente, que inicialmente prometía ser un drama criminal, se redujo a un pequeño susto, dejando a los salvavidas con una anécdota curiosa para compartir y a la ciudad con un peculiar recordatorio de que no todo lo que parece real lo es.