La sociedad, a veces, puede ser cruel con las apariencias. "Eres guapa, alta, rubia... pues no serás muy lista", un pensamiento que, a pesar del tiempo, todavía persiste. "Eso siempre ha pasado y a día de hoy sigue siendo el caballo de batalla de muchas personas", declara Alba.
Desde sus inicios en el mundo del modelaje, tuvo que "hacerse la tonta de manera irónica". Una estrategia que, aunque exitosa en el ámbito profesional, también le granjeó la percepción de que era poco inteligente. "La gente inteligente lo ha pillado y otras muchas personas se han creído que de verdad era así, pero esto es como los borrachos, que siempre se delatan, y a la gente que tenemos cultura al final se nos ve en la forma de hablar, en la forma de actuar", comenta.
Ella, sin embargo, no se conformaba con la superficialidad. "La soledad de la vida de modelo hizo que me aferrara a los libros, a leer teatro y cosas que a esas edades y en esa vida la gente no comparte". Su pasión por la lectura y su búsqueda de conocimiento la llevaron a estudiar Publicidad y Criminología. "Me gusta desentrañar un poco la conducta humana, que es para mí el gran enigma: cómo somos, por qué hacemos las cosas qué hacemos... Me encanta intentar meterme en la cabeza de los demás", confiesa.
Su camino en la televisión ha estado marcado por la reinvención constante. "La vida te pone obstáculos y tienes dos opciones: llorar, que también lo hago y me tiró días enteros a moco tendido, o reaccionar porque no te queda otra". Una filosofía que ha aplicado a su carrera y a su vida personal. "Reinventarse es maravilloso y, en mi caso, también ha sido necesario cada vez que todo se ha ido a la mierda, sea un programa, una relación o todo a la vez".
La vida de Alba, sin embargo, no ha estado exenta de escándalos y polémicas. Su despido de Mediaset, tras una relación con Jorge Pérez, la ha marcado, pero no la ha quebrado. "Ella sabe muy bien qué cosas elige para su programa y a qué amigos y familiares protege escondiendo vídeos y temas. Si eres liberal, tienes que serlo con todo el mundo, y si quieres mostrar la parte trasera del teatro, que sea para todos también. Yo lo que quiero es igualdad", sentencia.
Su evolución personal la ha llevado a tomar una posición política más definida, declarándose abiertamente de izquierda. "Defiendo el mundo en el que quiero que crezca y viva mi hijo. Un mundo de libertad en el que, mañana, sea lo que quiera ser y no tenga miedo a expresarlo con naturalidad, un mundo en el que las mujeres vivamos en igualdad y cobremos lo mismo...".
Alba Carrillo es una mujer compleja que ha desafiado las expectativas y las etiquetas. Es una persona que se ha reinventado constantemente, que ha aprendido de sus experiencias y que no tiene miedo de expresar sus ideas. Su historia, lejos de ser solo un relato de escándalos y romances, es una muestra de una mujer que lucha por ser ella misma.