El escenario era la Convención Nacional Demócrata, la atmósfera cargada de emoción, y las cámaras enfocadas en el gobernador de Minnesota, Tim Walz, mientras pronunciaba un conmovedor discurso. Pero, en medio del fervor político, un detalle captó la atención: su hijo Gus, de 17 años, se puso de pie, señaló a su padre con lágrimas en los ojos y, con voz entrecortada, gritó "¡Ese es mi papá!". La imagen se volvió viral, generando una ola de apoyo hacia el joven Gus, quien, según se ha conocido, enfrenta un trastorno del aprendizaje no verbal.
El gesto conmovedor de Gus no pasó desapercibido para la comentarista conservadora Ann Coulter, quien en un mensaje en X, la plataforma antes conocida como Twitter, escribió la frase: "Hablando de raro...", un comentario que rápidamente desató una ola de críticas en las redes sociales.
La familia Walz, en una entrevista con la revista People, ha descrito el trastorno de Gus como un "poder secreto" que le permite ver el mundo de una manera única. El incidente revela la sensibilidad que existe en torno a las personas con discapacidades y la importancia de la empatía en el debate público.
Aunque Coulter eliminó el tuit tras la repercusión negativa, el episodio nos recuerda la necesidad de reflexionar sobre las palabras que usamos en el ámbito público, especialmente cuando se trata de temas sensibles como la discapacidad. La viralización de la historia de Gus nos brinda una oportunidad para reafirmar el valor de la diversidad y la importancia de la inclusión en nuestra sociedad.