El aroma a humo aún persiste en el aire de North Park, un recordatorio de las llamas que consumieron una casa la madrugada del lunes. Los vecinos, sin embargo, no se sorprenden. Para ellos, este incendio no es más que el último capítulo de una historia de inseguridad e indiferencia que lleva años gestándose en esa propiedad.
Desde la primavera, la vivienda se ha convertido en un foco de actividades sospechosas, con la constante presencia de personas desconocidas que entran y salen a altas horas de la noche. Algunos vecinos incluso aseguran haber visto a personas viviendo en las estructuras abandonadas, sin autorización alguna. La policía y el Ayuntamiento han recibido numerosas denuncias, pero la situación sigue sin resolverse.
Es como si la casa estuviera destinada al desastre, comenta Andy Laub, uno de los residentes que ha sido testigo de la situación.Las autoridades, por su parte, investigan las causas del incendio y ya han procedido a colocar una etiqueta roja en la propiedad. El equipo de Reducción de Riesgos Comunitarios trabajará para asegurar que el lugar sea finalmente clausurado y que la tranquilidad del vecindario pueda recuperarse.
Mientras tanto, los vecinos de North Park se preguntan si la situación debió haber llegado a este punto. ¿Por qué la seguridad de un vecindario se ve vulnerada por la indiferencia hacia una propiedad abandonada? ¿Qué se necesita para que las autoridades tomen acciones contundentes y garanticen un ambiente seguro para todos los residentes?
No nos sorprende que haya ocurrido un incendio, el problema es que esto pudo haber sido mucho peor. Estamos hablando de niños que viven en el vecindario, y en cualquier momento pudo haber habido una tragedia, menciona testigo