El aroma a asfalto caliente se mezclaba con el nerviosismo en el aire. Eran las 5:05 p.m., y el sonido de las sirenas se hizo eco en el vecindario de Porter Ranch. Un reporte de posible allanamiento resonó en las radios de los policías, quienes se dirigieron al lugar con la velocidad de un rayo.
Había un vehículo que coincidía con la descripción del sospechoso. Una persecución a alta velocidad se desató por las calles, como una escena de película. El asfalto rugía bajo las ruedas, mientras los oficiales se aferraban a sus asientos, con la adrenalina recorriéndoles las venas.
El escape llegó de forma abrupta. El vehículo se estrelló contra una acera cerca de Porter Ranch Drive y Sensnon Boulevard. El sonido del metal retorciéndose llenó el aire, dejando un rastro de humo y escombros. La puerta del conductor se abrió de golpe, y tres personas salieron corriendo a pie. La escena era caótica, un torbellino de miedo y confusión.
Los oficiales no se hicieron esperar. En cuestión de minutos, los cuatro ocupantes del vehículo, incluyendo al conductor, fueron detenidos. De acuerdo con las autoridades, se sospecha que el grupo forma parte de una banda de ladrones conocidos como “knock knock”, quienes habrían irrumpido en al menos una vivienda cerca de Reseda Boulevard y Sesnon Avenue.