El graffiti, que comenzó a aparecer el 18 de agosto, no solo dañó la infraestructura de la escuela, sino que también dejó una huella de intolerancia que resonó en la comunidad.
Las autoridades, conscientes de la gravedad de la situación, no se hicieron esperar. La policía de Chula Vista, California, en colaboración con el FBI, logró identificar al responsable de estos actos: un joven de 15 años. Su detención, que se llevó a cabo durante un evento deportivo en una escuela secundaria local el 23 de agosto, marcó un punto de inflexión en la investigación.
Las pruebas recolectadas durante el proceso investigativo permitieron vincular al adolescente con al menos tres casos de graffiti en la escuela. La rápida respuesta de las autoridades, con el apoyo del personal escolar y los padres de familia, logró mitigar los daños en la medida de lo posible. Sin embargo, a pesar de los esfuerzos para eliminar los mensajes antes del regreso de los estudiantes, nuevos grafitis con mensajes similares fueron descubiertos en los días siguientes.
La investigación, que sigue en curso, incluye la participación de la Liga Antidifamación, con el objetivo de comprender las motivaciones detrás de estos actos de odio. La jefa encargada de la policía de Chula Vista, expresó su gratitud a todos los involucrados en la investigación, resaltando el compromiso del departamento para resolver el caso de manera exhaustiva.
La policía hace un llamado a la comunidad para que cualquier persona que tenga información adicional se ponga en contacto con ellos a través de San Diego County Crime Stoppers.