En el sitio de excavación de Fjörður, en la localidad de Seyðisfjörður, un equipo liderado por Ragnheiður Traustadóttir, directora del equipo arqueológico Antikva, ha descubierto una pequeña figurita de piedra tallada.
La pieza, datada entre los años 940 y 1000 d.C., ha despertado la curiosidad de los expertos. Su función exacta sigue en debate, aunque algunos creen que se trata de un juguete. "Los niños no son muy visibles en la Era Vikinga, por lo que creemos que es increíble encontrar un juguete que pueda estar relacionado con ellos", comentó Traustadóttir, haciendo hincapié en la rareza del hallazgo.
La figurita, de piedra volcánica conocida como toba de palagonita, mide aproximadamente 5 centímetros de largo y 2,7 centímetros de alto. Su diseño, simple pero enigmático, ha generado diversas interpretaciones. Algunos especialistas consideran que la figurita representa un cerdo, debido al vínculo de los vikingos con la crianza de cerdos. Otros, sin embargo, sugieren que podría ser un oso, aunque no son nativos de Islandia.
"Tuve un perro islandés durante 14 años", señaló Traustadóttir con escepticismo, "no estoy segura" al referirse a la interpretación de algunos usuarios de Facebook que identificaron la figurita como un perro islandés.
El descubrimiento de la figurita ha sido solo una pieza del rompecabezas que revela la vida en el pasado. La excavación en Fjörður, iniciada en 2020, ha arrojado luz sobre diferentes facetas de la historia de Islandia. En 2021, se descubrió un túmulo de granja, un molino y un cobertizo para ovejas que datan de los siglos XVIII al XX. Más abajo, se encontraron restos medievales y, debajo de estos, cuatro tumbas de la Era Vikinga enterradas bajo un deslizamiento de tierra del siglo XI.
La excavación ha producido más de 600 artefactos este verano, incluidas 70 piezas de ajedrez. Entre los hallazgos más notables se encuentran casi 100 piezas de juego vikingo llamadas "hnefatafl", fabricadas del mismo tipo de piedra que el juguete.
"Alguien se sentó en la noche de invierno, en la oscuridad, tallando piezas de ajedrez. Y luego este animal para un niño", comentó Traustadóttir, dejando entrever la intimidad de una vida pasada.