El incidente, que ha desatado un debate sobre el uso de la fuerza letal, comenzó con un llamado al 911 por parte de vecinos que se encontraron con un grupo sospechoso en la madrugada. Un par de mujeres con mochilas voluminosas y un bebé de un año, golpeaban las puertas de varias casas, pidiendo ayuda y agua.
Uno de los vecinos, Raeshaan Tanner, relató que la situación le pareció inusual, sobre todo por el comportamiento del hombre, quien portaba un arma de fuego. La policía de DeSoto, al llegar al lugar, se encontró con el hombre amenazando con disparar a los agentes mientras tenía al niño en sus brazos. Tras una breve persecución a través de varios patios, el grupo fue finalmente ubicado por las autoridades.
Los intentos de negociación fueron inútiles y, ante el riesgo inminente para la seguridad del niño, un policía disparó su rifle contra el hombre. Los vecinos expresaron su preocupación por la falta de seguridad en el vecindario, mientras que las autoridades iniciaron una investigación para esclarecer los hechos y determinar si la acción policial fue justificada.
El hombre, cuyo nombre aún no ha sido revelado, falleció en el lugar. Las dos mujeres fueron detenidas para ser interrogadas, y el niño fue entregado a sus familiares. Mientras las autoridades profundizan en las circunstancias del incidente, el caso ha desatado un debate sobre el uso adecuado de la fuerza por parte de las autoridades en situaciones de alto riesgo.