"Ya no puedo salir a las multitudes, el Servicio Secreto no me lo permite," declaró Biden a la prensa en la Casa Blanca. "Dicen que es demasiado peligroso. Nadie puede salir," agregó, mostrando su frustración ante la situación.
Estas medidas se han intensificado tras el intento de asesinato contra Donald Trump en un mitin en Butler, Pensilvania, el pasado mes de julio. El incidente, que dejó un espectador muerto y varios heridos, provocó un intenso debate sobre la seguridad de los ex presidentes y la eficacia del Servicio Secreto.
El Servicio Secreto, en un comunicado, declinó hacer comentarios sobre los protocolos de seguridad utilizados para el presidente, alegando que ello podría afectar la integridad de sus operaciones.
A pesar de las restricciones, Biden ha encontrado maneras de interactuar con los votantes de manera limitada. Tras un discurso en Pittsburgh, se reunió con un pequeño grupo de miembros sindicales y conversó brevemente con algunos asistentes que se encontraban detrás del escenario.
Las medidas de seguridad alrededor de los presidentes han evolucionado a lo largo de la historia, adaptándose a las amenazas emergentes. Tras el atentado contra Ronald Reagan en 1981, se implementaron protocolos más estrictos, incluyendo controles de seguridad más rigurosos y la introducción de tecnologías de seguridad avanzadas.
El asesinato de John F. Kennedy en 1963 y el intento de asesinato de Gerald Ford en 1975 también llevaron a cambios importantes. Los presidentes ya no viajan en vehículos descubiertos, y la coordinación con la policía local, la visibilidad en eventos públicos y el intercambio de inteligencia se han reforzado para detectar posibles amenazas.
Tras el intento de asesinato contra Trump, la directora del Servicio Secreto, Kimberly Cheatle, renunció a su cargo y cinco agentes fueron puestos en suspensión administrativa. El director interino, Ronald Rowe, prometió recuperar la confianza pública tras el incidente, reconociendo las fallas en la seguridad y asegurando que se tomarán medidas para evitar que se repita una situación similar.