La línea, que conecta Brooklyn con Queens, había estado cerrada parcialmente durante el verano para llevar a cabo una necesaria reparación. El proyecto de modernización, que incluyó la reconstrucción de once millas de la línea, se enfocó en modernizar un túnel de 100 años de antigüedad con nuevas vías, cambios y señales.
Las mejoras permiten que el sistema cambie las señales de verde a rojo y que los trenes se controlen mediante GPS. Los 160,000 pasajeros diarios que utilizan la línea G tuvieron que encontrar alternativas de transporte durante la duración de las obras. A pesar de esto, la paciencia de los usuarios finalmente fue recompensada.
La línea G está ahora a la vanguardia de la tecnología, ya que se encuentra en proceso de implementar Wi-Fi dentro de los túneles. "Tenemos un plan de 10 años para iluminar todo nuestro sistema, cada túnel, con servicio celular y Wi-Fi en nuestras estaciones sobre la superficie", explicó Jamie Torres-Springer, presidente de Construcción y Desarrollo de la MTA.
"El siguiente paso es que las compañías de telecomunicaciones, AT&T, T-Mobile y Verizon, vengan y hagan su trabajo. Muy pronto, habrá Wi-Fi y servicio celular en todo el tren G". El proyecto completo, que tendrá un costo de 622 millones de dólares, se completará en tres años. Mientras tanto, la línea G continúa con sus operaciones regulares, con posibles cortes nocturnos y los fines de semana. A pesar de estas interrupciones, los usuarios podrán disfrutar de una línea más moderna y eficiente.