Robert Holguin, un hombre que se encontraba trabajando debajo de su automóvil, fue víctima de una brutal agresión por parte de los animales. Según los reportes, los perros, una mezcla de Cane Corso y Neapolitan Mastiff, habían escapado de un patio cercano, dejando a Holguin con graves heridas que le arrebataron la vida en el lugar.
Las autoridades identificaron al dueño de los perros como Brendan Burke, quien enfrenta cargos por homicidio culposo por negligencia, un delito grave en California. Se presume que Burke tenía conocimiento de la naturaleza agresiva de sus animales, ya que, según reportes, el servicio de control animal de Oakland ya había sido llamado al domicilio de Burke en el pasado.
Tras el lamentable incidente, las autoridades tomaron la decisión de sacrificar a los perros. Aunque la pérdida de Holguin es irreparable, la decisión de las autoridades de poner a los animales bajo control busca prevenir futuras tragedias. Este trágico suceso es un recordatorio de la responsabilidad que conlleva la posesión de animales de gran tamaño, especialmente aquellos con una historia de comportamiento agresivo.