Su arresto, el 25 de julio en El Paso, Texas, ha desatado una ola de violencia en su natal Sinaloa, dejando un rastro de miedo e incertidumbre.
Un juicio de alto perfil
"El Mayo" Zambada, cofundador del cártel de Sinaloa, es acusado de 17 cargos graves, incluyendo asesinato, posesión de armas, lavado de dinero y tráfico de drogas como cocaína, fentanilo, heroína y metanfetamina. De ser hallado culpable, podría pasar el resto de su vida en prisión. La Fiscalía de Nueva York lo considera uno de los narcotraficantes más influyentes a nivel global, comparándolo con Joaquín "El Chapo" Guzmán, quien fue condenado en 2019 en la misma ciudad.
Impacto en Sinaloa
La detención de Zambada ha tenido un impacto significativo en su región natal. Las autoridades locales suspendieron clases en varios municipios, incluyendo Culiacán y San Ignacio, debido a la escalada de violencia que se ha desatado desde el lunes. La Fiscalía General del Estado reporta numerosos incidentes, incluyendo asesinatos, heridos, secuestros y desapariciones.
Un panorama de inseguridad
El juicio de Zambada en Nueva York es solo una pieza del complejo panorama de inseguridad en México. Su detención y el posterior aumento de la violencia en Sinaloa reflejan la compleja red del narcotráfico y su impacto tanto a nivel local como global.
El futuro de Zambada
La defensa de Zambada, representada por Frank Pérez y Ray Velarde, se enfrentará a los cargos en su contra durante el proceso judicial. El juez Brian Cogan, conocido por su papel en el juicio de "El Chapo", presidirá la audiencia, mientras que el juez James R. Cho será el encargado de instruir el caso. El juicio de Zambada promete ser un proceso largo y complejo, con implicaciones significativas para el futuro del cártel de Sinaloa y la lucha contra el narcotráfico en México.