Los casos se han multiplicado en los últimos años, alcanzando niveles alarmantes. En 2022, Texas registró 922 casos de sífilis congénita, lo que representa el 25% del total de casos en Estados Unidos, a pesar de que solo representa alrededor del 10% de los nacimientos.
Esta situación ha encendido las alarmas, especialmente entre las autoridades sanitarias de Texas. La comisionada del Departamento Estatal de Servicios de Salud de Texas (DSHS), Jennifer Shuford, ha expresado su preocupación por la creciente prevalencia de la sífilis congénita, destacando que "estas estadísticas son desgarradoras".
La sífilis es una infección bacteriana de transmisión sexual que puede tener consecuencias devastadoras para los bebés. Si una madre embarazada tiene sífilis y no recibe tratamiento, su bebé puede nacer con complicaciones como parto prematuro, bajo peso al nacer, deformidades óseas, sordera, ceguera, ictericia e incluso la muerte.
La buena noticia es que la sífilis se puede curar con antibióticos. Si se detecta a tiempo, un tratamiento rápido y completo puede reducir en un 98% las posibilidades de que el bebé se vea afectado.
Debemos encontrar formas de aumentar la atención prenatal y las pruebas que la acompañan, y luego asegurarnos de que exista una estrecha conexión con la atención de seguimiento, enfatizó Shuford.Para prevenir esta tragedia, el DSHS está haciendo un llamado a los profesionales de la salud para que se aseguren de que todas las mujeres embarazadas se sometan a pruebas de detección de sífilis tres veces durante el embarazo, como lo exige la ley estatal.