La situación ha generado un clima de incertidumbre y temor en la región, con un potencial de conflicto armado que se vislumbra como una seria amenaza.
El jefe del Estado Mayor de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), Herzi Halevi, ha declarado que los ataques aéreos son parte de una preparación para una posible incursión terrestre en Líbano. En un discurso dirigido a las tropas, Halevi explicó que los ataques buscan debilitar a Hezbolá y preparar el terreno para una entrada de tropas en el territorio libanés. "Estamos preparados para una respuesta contundente si Hezbolá continúa aumentando su capacidad de ataque", advirtió Halevi.
La tensión entre Israel y Líbano se ha exacerbado desde el ataque sorpresivo de Hamás a Israel el 7 de octubre, que marcó el inicio de la guerra en Gaza. La frontera libanesa se ha convertido en un segundo frente de conflicto, con Hezbolá lanzando cohetes y drones hacia territorio israelí, obligando a la evacuación de cerca de 60,000 personas en localidades del norte del país. Las FDI, a su vez, han realizado numerosas incursiones aéreas contra las posiciones de Hezbolá, respondiendo con miles de ataques transfronterizos.
El primer ministro libanés, Najib Mikati, ha denunciado que los bombardeos israelíes han dejado más de 500 muertos, incluidos 50 niños, y más de 1,200 heridos. Este aumento de la violencia se produjo tras una explosión de equipos de comunicación de Hezbolá que causó numerosas bajas, incidentes que Líbano e Hezbolá atribuyen a Israel.
Hezbolá ha justificado sus acciones como un apoyo a Hamás, reafirmando su respaldo a la "valiente resistencia palestina". El líder de la organización, Hassan Nasrallah, ha declarado que el regreso de los desplazados del norte de Israel no será posible hasta que finalice la guerra en Gaza. Esto sugiere que la milicia continuará sus acciones en apoyo a los palestinos, manteniendo la tensión en la región.
El gobierno israelí, liderado por el primer ministro Benjamin Netanyahu, se ha comprometido a garantizar el retorno seguro de los ciudadanos desplazados, quienes han estado viviendo fuera de sus hogares debido a los ataques. Sin embargo, la situación sigue siendo tensa, con un potencial aumento de la violencia que preocupa a la comunidad internacional.