No se trata de diseños aleatorios, sino de una serie de imágenes que reflejan la ideología y la estructura del grupo, convirtiéndolos en un mapa de su identidad. Los tatuajes, aunque variados en diseño, comparten elementos que los identifican como propios del Tren de Aragua.
Los trenes, símbolo del nombre mismo de la organización, son recurrentes, al igual que las armas, representando su poderío y su violencia. Frases en español, como "Hijos de Dios" y "Real hasta la muerte", reflejan la lealtad y la ideología del grupo.
Estas marcas corporales, que se pueden observar en la piel de los sospechosos, se han convertido en una herramienta fundamental para la identificación y detención de miembros del Tren de Aragua. Las autoridades están utilizando los tatuajes como un elemento crucial en la investigación de delitos relacionados con el grupo.
La expansión del Tren de Aragua no solo se limita a Texas, sino que ya ha llegado a varios países de América Latina, lo que ha generado preocupación por su influencia creciente. La organización, conocida por su participación en el tráfico de drogas, extorsión y secuestro, ha establecido una presencia sólida en varios países, lo que ha llevado a una mayor cooperación entre las fuerzas de seguridad para combatir sus actividades.