La policía detuvo a dos personas, Juan Carlos T. P., de 37 años, y María Concepción L. L., de 58, en una operación que sacudió la tranquilidad de la zona.
La situación se tornó aún más grave al descubrir que los detenidos transportaban una cantidad asombrosa de fentanilo, un opioide sintético altamente potente. Las autoridades encontraron 14 kilogramos de fentanilo, incluyendo 130,000 píldoras marcadas con la letra "M30", un kilogramo de polvo de fentanilo y cinco kilogramos de productos químicos precursores. Todo esto se encontró dentro de una camioneta GMC Terrain 2013.
El hallazgo no solo reveló el alcance del tráfico de fentanilo en la región, sino que también reveló la existencia de un laboratorio clandestino en Anapra, que ha sido desmantelado. Además del fentanilo, la policía encontró un arsenal de armas: una pistola de 9 mm, una pistola calibre .38 y 61 cartuchos de munición.
La investigación se basó en información de inteligencia que alertaba sobre el tráfico de fentanilo en la zona. Las autoridades no han especificado el destino de las pastillas, pero la cantidad confiscada, junto con las armas y los productos químicos precursores, deja claro que este es un golpe importante en la cadena de distribución del fentanilo.
La detención de Juan Carlos T. P. y María Concepción L. L. es un claro ejemplo de la batalla constante contra el tráfico de drogas en México. Ambos fueron trasladados a las autoridades federales mexicanas, quienes se encargarán de procesar el caso.
Este incidente destaca la importancia de la cooperación entre las agencias de aplicación de la ley en México y Estados Unidos para combatir la epidemia de opioides que afecta a toda América del Norte. La lucha contra el tráfico de drogas, con especial atención al fentanilo, es una prioridad para ambos países.